FELIZ ESTRENO


No suelo comprarme mucha ropa y lo sé porque cada vez que estreno algo no falta nadie para hacerlo notar. Lo que no sé es por qué me molesta.

Quizás lo que me irrita es que me lo preguntan cuando en realidad saben la respuesta. Cuando preguntás si algo es nuevo es muy difícil equivocarse. Y si pasa, el otro contesta superado, “nooo, lo compré hace un montón”. Queriendo transmitir que es un capo y hace un montón que lo es.

Lo más difícil de comprarse algo nuevo es tener que no usarlo tanto. Uno está tan contento con esta innovación que la quiere usar todo el tiempo. Además esta adquisición es verdugo de todas las otras prendas. La ropa vieja no es tan vieja hasta que la comparamos con la nueva. Sino leé Lindas Zapatillas viejas.

Reconozco que me persigo, pero no puedo evitar sentirme un tonto con ropa nueva. Primero porque la ropa nueva se nota. No calza bien en el cuerpo, es muy reluciente. Es muy nueva. Segundo porque tengo la sensación que los otros son más vivos. Ellos están contentos con lo que traen, con eso que compraron antes que lo tuyo. No tienen esa incomodidad del pliegue marcado de la ropa nueva. Sus zapatillas no brillan tanto como las mías. No están esperando que alguien venga a exponerlos con su estreno. Están relajados, tranquilos, se mueven por la fiesta o cumpleaños muy seguros de sus sweaters con pelotitas de lana.


Otro inconveniente que surge a la hora de dar explicaciones del estreno es el precio y la forma de pago. A mí siempre me cagaron. Todos compraron o conocen a alguien que compró lo mismo que yo, pero más barato, con mayor descuento, mejor liquidación o le regalaron entradas para ir al circo. Y el comentario más hiriente es cuando a ellos se lo trajeron de afuera. Ahí siento que estreno ropa y un cartel de forro en la frente.

Igual no son todos malos. Hay gente que pregunta con buena intención. Si lo notan de manera muy positiva o exagerada quiere decir que antes te colgabas unos trapos, pero eso ya es culpa tuya.

El jodido es el que te quiere exponer. Como envidia tu estreno tiene que hacer algo para compensar. Entonces espera a que haya mucha gente y manifiesta su inquietud. Cuántos más se enteran, más tonto te sentís. Lo que te ahorraste con el descuento lo estás pagando con este pelotudo que te hace sufrir. En la reunión ya no sos el que eras, sos el de la campera nueva en seis cuotas con el quince por ciento de descuento. Incluso hablando con gente que antes no lo habías hecho, vas a notar que cada tanto miran tu campera. Ya agotado el tema, te van a hablar de lo que ellos se compraron con descuento. Y no es de extrañar encontrarse con el que dice “me compré el mismo el año pasado”. Lo que te quiso decir es que te saca un año de moda.

En lo personal si me doy cuenta que alguien está estrenando algo directamente le digo, qué bueno que está esto. La vergüenza se transforma en orgullo y el otro sin que le pregunten dice que es nuevo y dónde lo compró.

4 comentarios:

  1. ¿qué pasó con el relato que habías publicado después de esta entrada? estaba muy bueno

    ResponderEliminar
  2. Anónimo, a qué artículo te referís? No borré nada yo. Saludos!

    ResponderEliminar
  3. con las zapatillas es peor. quizas como resabio de otra generacion me acuerdo que cuando uno caia con zapas nuevas, cualquiera venia y te la "bautizaba" de un pisoton. hoy caundo compro zapatillas nuevas sin darme cuenta las bautizo yo tambien, son como manos suaves en un tipo, zapatillas que no muestran todas las que ya pasaron que no dicen nada de mi que mienten como las viejas que se hacen colitas.

    ResponderEliminar